El LiDAR (Light Detection And Ranging) es un sistema activo de detección remota basado en un escáner laser que incorporada a un medio aerotransportado, permite obtener una mayor densidad de medidas de la estructura de la vegetación (alturas y coberturas principalmente) que cualquier otro sistema conocido, presentando la ventaja frente a otros sensores de poder penetrar en la cubierta vegetal y capturar de esta forma información de diferentes estratos de vegetación.

Una de las grandes aplicaciones prácticas de este conocimiento preciso y continuo de la cobertura forestal está ligada a la prevención y gestión de incendios forestales. En efecto, el riesgo y el peligro de incendios, así como el comportamiento del fuego, están muy condicionados por la estructura de la vegetación y las características y el estado del estrato arbustivo dentro y fuera del bosque. Gracias a un trabajo de procesado e interpretación de los datos LiDAR pueden elaborarse cartografías precisas de modelos de combustibles de la cobertura forestal, que permiten tomar decisiones más informadas para llevar a cabo trabajos preventivos. Al mismo tiempo, la mayor resolución cartográfica permite mejorar la efectividad de los simuladores de incendios, tanto para prevención como para la extinción. Se trata de una información de alta precisión cuya captura por medios tradicionales resultaría inviable económicamente. 

Otra aplicación no menos importante es la realización de inventarios forestales de alta resolución espacial, mediante la construcción de algoritmos que combinan datos LiDAR con datos de campo para calcular de forma continua variables ligadas a los diferentes tipos de bosques. La interpretación y uso de datos LiDAR para obtener inventarios forestales precisos para las especies forestales españolas ha avanzado enormemente en los últimos años gracias a la I+D+i desarrollada por empresas y organismos públicos, si bien todavía hay un importante camino que recorrer.

España es uno de los países pioneros en el uso de esta tecnología, gracias a las campañas del  Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA) iniciadas en 2008 y que en 2015 dieron origen a nuestra primera cobertura nacional, con una densidad de 0,5 puntos/m y una precisión altimétrica de menos 20 cm. Actualmente, el PNOA se encuentra trabajando en una segunda cobertura, lo que permitirá actualizar la información de las masas forestales y lo que es más importante comparaciones entre vuelos.

La Rioja ya cuenta con datos LiDAR de 2010. Un segundo vuelo, correspondiente a una nueva campaña ha tenido lugar en 2016. Los datos estarán disponibles en otoño de 2017, esto va a suponer la posibilidad de elaborar un inventario de alta resolución actualizado de gran interés para la gestión de los montes riojanos y para las previsiones de la industria forestal. De la misma manera es posible modelizar la estructura de la vegetación actual y su peligrosidad frente a incendios forestales. Ambas suponen una mejora sustancial al respecto de la información actual, inviable de abordar con métodos clásicos de trabajo campo.